lunes, 16 de septiembre de 2013

La lluvia dejó a Viveiro sin ver la Procesión Magna...



Decepción
La lluvia dejó a Viveiro sin ver la Procesión Magna
15/09/2013 - E. Gasalla / El Progreso (Viveiro)


La ilusión y el intenso trabajo no fue suficiente para ver procesionar por las calles de Viveiro hasta once pasos de los que llenan la ciudad durante la Semana Santa. Después de un día de intensos preparativos, finalmente el tiempo arruinó la noche.

LA PROCESIÓN Magna de Viveiro no pudo finalmente salir a las calles de la ciudad debido a la lluvia que empezó a caer a última hora de la tarde. A pesar de que las primeras previsiones dejaban claro que se trataría de un evento que cumpliría las expectativas creadas, tanto por participantes como por organizadores no pudo ser posible su celebración tomándose la decisión en los momentos previos a la salida. El acto se quedó en una misa en San Francisco presidida por el obispo, Manuel Sánchez Monge.

La portavoz de la Xunta de Cofradías, María del Carmen López, ‘Chipe’, afirmó que «es una pena tremenda que se haya tenido que suspender, sobretodo, al tratarse de un evento que no se volverá a repetir».

Chipe reconoció que no salir es una desilusión «no solo para los cientos de organizadores sino también para Viveiro porque son muchos los visitantes que se han acercado hasta la ciudad desde distintos puntos de Galicia para asistir a la Procesión Magna», no en vano se trataba de un hecho histórico al procesionar, ni más ni menos, que once pasos de la Semana Santa.

El objetivo de la procesión no era otro que la celebración de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa de Viveiro, un hito histórico que llenó de satisfacción a la ciudad, al ser la primera de toda la zona norte de España en hacerse con esta distinción.

La lluvia dio al traste con los preparativos que durante toda la jornada se habían estado ultimando en la plaza Jacinto Calvo. Y es que serían unas 1.300 personas las que participarían en la procesión y todo debía estar a punto para que todo luciera en su máximo esplendor.

Cada cofradía trasladó durante la celebración de los preparativos todas y cada una de las imágenes a la plaza, junto al ábside, donde se procedió a su montaje y colocación en orden. Algunos lugares como A Misericordia o las iglesias de Santa María o de San Francisco encierran y cuidan entre sus paredes a todos y cada uno de los pasos que ayer estaba previsto que procesionaran durante más de una hora por las calles viveirenses.

De no haber sido suspendida, la Procesión Magna recorrería las calles claves de Viveiro cruzando todo el casco antiguo de la localidad que, en palabras de Chipe «al caer la noche se hubiera convertido en la localización perfecta para un evento de estas características debido a la especial iluminación», que daría al recorrido una atmósfera especial de recogimiento y solemnidad.


Tras efectuar la salida desde la iglesia de San Francisco los once pasos recorrerían la avenida Cervantes para continuar por la calle Margarita Pardo de Cela hasta llegar a la céntrica Plaza Mayor. A continuación los cientos de participantes siguirían a las imágenes a lo largo de la calle de Nicomedes Pastor Díaz y la Avenida da Mariña para regresar, tras un largo trayecto, a la iglesia de San Francisco.

No faltaría la música que llegaría de la mano de más de una decena de bandas de tambores acompañando a cada imagen destacando de entre todas ellas la banda TAU, la de A Misericordia y la banda Naval.

Junto a todos ellos estandartes y unos 160 hermanos de filas completarían la organización de una Procesión Magna, que estaba llamada a llenar las calles del casco antiguo de Viveiro de un ambiente que ni en Semana Santa se podrá lograr por la confluencia de tantos pasos. ÚLTIMAS HORAS. Tras varias jornadas preparando la Procesión Magna muchas fueron las manos que durante las horas previas a la salida de la misma ayudaron intensamente a que todo saliese a la perfección.

Los pasos, guardados en algunas de las iglesias más importantes de la localidad, se trasladaron a la plaza de Jacinto Calvo para su posterior colocación por orden y, sobretodo, para su correcto tapado evitando así que los posibles inclemencias del tiempo dañasen las imágenes durante los momentos previos a la salida.

Flores, cuidadosamente escogidas, por expertos floristas de la localidad adornaron las imágenes desde primera hora de la mañana en un intento más por alcanzar la perfección en la Procesión Magna.


Finalmente, los deseos de la organización y de los miles de asistentes que se dieron cita en la ciudad no fueron suficiente y Viveiro se quedó sin su Procesión Magna tras semanas de ilusionada organización. Además, será un acto que no está previsto que se lleve a cabo en ningún otro momento.

EN CIFRAS
Miles de personas estaban listas para la ocasión
La Procesión Magna reuniría a 1.300 personas procesionando por el casco antiguo vivariense. Ocho cofradías, once pasos, veintisiete estandartes y una decena de bandas participarían en el acto. 

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